Dueños de la noche | Cuentos breves #31

No me había olvidado de los Cuentos Breves, lo que pasa es que quiero centrarme en escribir otras cosas, aunque seguiré subiendo alguno de vez en cuando.

En este caso, y como estamos en Octubre (aunque no necesito ninguna excusa para escribir relatos de este estilo el resto del año) es otro cuento de misterio.

Espero que te guste y que me comentes que te ha parecido.

¡Muchas gracias por leerme!

Dueños de la noche

Silencio.

Cualquier ruido que hagamos nos delatará. Si no nos oyen, podremos sobrevivir una noche más. Y mañana será un nuevo día, uno en el que seguiremos intentándolo. Pero no es fácil, puesto que pueden escuchar el sonido de nuestra respiración, y los latidos del corazón. Y además nos huelen. Huelen nuestro miedo. 

Aunque nos escondamos siempre saben donde estamos. Y cada vez son más. Cada noche se unen a ellos nuevos adeptos. Ya no quedamos muchos y no hay donde ocultarse. De día es fácil puesto que duermen y la luz del sol es mortal para ellos, pero de noche…de noche son los dueños, los amos de la oscuridad. Y no hay nada que podamos hacer para detenerles. Son más numerosos y más fuertes, en cambio nosotros luchamos de día y sobrevivimos de noche. Los pocos que quedamos hacemos lo que podemos, pero no es suficiente. Ni siquiera aquí, en la abadía, bajo el manto de Nuestro Señor, estamos a salvo. Ellos ya saben donde encontrarnos. 

Parecen saberlo todo sobre nosotros y nada les detendrá hasta que todos seamos esclavos de las sombras. Y de la sangre. 

¿Habéis escuchado eso? 

Un ruido que viene de arriba. Silencio. Un crujido. Silencio de nuevo.

No os mováis. No respiréis. 

Señor Todopoderoso Creador del Cielo y de la Tierra, perdónanos nuestros pecados y déjanos…

Ya están aquí. 

Pueden olernos. 

Ya han llegado. 

Y sucumbiremos. 

Aunque lo haremos luchando.

Hasta el final. 

Gritos en la oscuridad.

Sangre.

Y luego el silencio.