La leyenda de la Santa Compaña
En la mitología popular gallega, existe una procesión de almas o aparecidos conocida como la Santa Compaña

Cuenta la leyenda, que se aparecen a partir de las doce de la noche cerca de una parroquia para visitar alguna casa o advertir de una próxima muerte.
A las doce de la noche los muertos se despiertan y forman una procesión que pasa a través de la puerta del cementerio. A la cabeza de tal procesión va una persona viva portando una cruz y un caldero lleno de agua bendita. Esta persona no puede volver la cabeza bajo ningún pretexto, y será un hombre o una mujer dependiendo de si el patrón de la parroquia es un santo o una santa.
Ha de dirigir la procesión cada noche, y se dice que durante el día no recuerda lo ocurrido. Cada vez está más pálida y delgada y va perdiendo la salud, mientras que la luz de las almas se hacen cada vez más fuerte.
Solo podrá deshacerse de la maldición si encuentra a otro incauto al que pasarle la cruz y el caldero, o si muere.
Según algunas leyendas, la Santa Compaña son almas en pena que visten túnicas negras con capucha y llevan una vela encendida que no se ve, pero van dejando un olor a cera a su paso.
Al frente de la compañía se encuentra el espectro mayor llamado Estadea.
La Santa Compaña camina emitiendo rezos como el rosario o cánticos fúnebres, además de que tocan una pequeña campanilla a su paso.
En el bosque no se oye ni un solo animal, ya que todos huyen mientras que los perros aúllan al paso de la procesión.
No todo el mundo puede verla, aunque si sentir su presencia. Los niños y algunos adultos pueden hacerlo, el resto solo intuirla.
Pueden aparecer en diferentes lugares, aunque se suelen ver en encrucijadas, y hay fechas especiales en las que hay mas apariciones como la noche todos los santos (la noche del 31 de octubre y el 1 de noviembre) y la noche de San Juan (el 24 de junio).
Los motivos de su aparición suelen ser variados, desde reclamar un alma de una persona que morirá pronto, reprochar errores cometidos a algún vivo, para anunciar la muerte de un conocido a una persona que está presenciando la procesión o para cumplir una pena.
Como en toda leyenda hay variantes que también se dan en otras partes de España.
Por si acaso, si ves a alguien portando una cruz y un caldero con agua bendita la noche de todos los santos ¡Corre! Pero si no puedes siempre puedes librarte de la maldición de sumarte a la procesión dibujando un círculo en el suelo y entrando en él, acostándote boca abajo, llevar una cruz o rezar sin escuchar los cánticos de los muertos.
¿Qué te parece la leyenda de la Santa Compaña? ¿Qué leyenda similar conoces?
¡Muchas gracias por leerme!
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