Un día cualquiera en el lago | Cuentos breves #8

Publicado por Aran en

Un día cualquiera en el lago: Cuentos breves
Photo by Dustin Scarpitti on Unsplash
Cuento número 8 de los Cuentos breves. En este caso me he inspirado en el sonido que hace el humidificador que tengo en mi dormitorio. A veces el agua hace un sonido de burbujas que me recuerdan a algo…
Porque a veces la inspiración viene de los lugares más inesperados.

Y con esto ya llevamos dos meses de 2019 y ¡Ocho cuentos breves! Espero continuar con esta racha durante lo que queda de año.

¡Muchas gracias por leerme!

Un día cualquiera en el lago

El sol está saliendo al otro lado del lago, todo está en calma antes de la llegada de los veraneantes y los turistas. Siempre me gusta este momento del día, solo se oye el chapoteo de las ranas que me gusta cazar para el desayuno. Pero no me gusta esta época del año, a pesar de que el agua es más cálida y los días son mas largos, hay una considerable cantidad de gente, se bañan, hacen picnics. Hay mucho ruido durante todo el día y algunas noches puedo ver extrañas luces en el cielo, luces que hacen un ruido muy fuerte y hace que los animales nocturnos se escondan, asustados. 

Durante el resto del año el lugar está muy tranquilo, apenas se ve a nadie y puedo nadar donde quiera, especialmente al atardecer. Aunque me paso la mayoría del tiempo hibernando en mi cueva, un lugar de difícil acceso, incluso para otros animales. 

Hoy me siento lleno de energía, quiero nadar a la luz del sol antes de volver a mi guarida. Cazo un par de ranas, que en ésta época del año, junto con los mosquitos, son mi única fuente de alimento, y me voy a nadar al otro lado del lago, allí el agua está más cálida y puedo respirar el aire que viene de las montañas. 

Todavía está amaneciendo así que no hay nadie, todo está en silencio, todo está tranquilo. Llego a mi destino y me pongo a chapotear durante largo rato hasta que escucho una voz, creo reconocer que es de muchacha, está cantando. Es la primera vez que la veo. Aunque los humanos no me vean, yo les observo de cerca a menudo, bajo el agua generalmente. También les escucho hablar, he aprendido mucho sobre ellos, su lenguaje además de sobre sus costumbres, sobre lo que aman y lo que odian.

Y yo estoy en el segundo grupo. Me odian porque me temen, aunque no me conozcan y nunca me hayan visto. 

Me escondo entre unas rocas cerca de la orilla porque no quiero que me vea, ella está sola, es un espécimen muy hermoso, de cabello negro y voz suave. Lleva una extraña tela blanca cubriéndole el cuerpo con la que se mete en el agua. Todos los humanos llevan algo así para taparse cuando se bañan. Me parece muy extraño e inexplicable, es una costumbre que todavía no he comprendido. 

Empieza a nadar y se aleja hasta el centro del lago, donde el agua está mucho mas fría, donde el fondo no tiene fin y hay muchas algas trepadoras. 

La sigo bajo el agua, mirando sus pies mientras danzan, la veo bucear y escucho su chapoteo. Me acerco más, quiero tocarla y alargo la mano hacia su extraño pie, lo rozo durante un segundo y vuelvo al fondo, esperando que no me vea. No se ha dado cuenta, no ha percibido mi presencia en ningún momento. 

Vuelve a la orilla y se tumba al sol, esa es una de las pocas costumbres que compartimos, a pesar de que soy una criatura de humedad y me encanta el agua, tumbarme al sol es algo que disfruto, es agradable y siempre puedo volver al agua si me aburro o empiezo a quedarme seco. 

Me quedo observándola hasta que veo aparecer más humanos y nado hasta el fondo del lago, allí donde nunca llega el sol. No me alejo mucho, si me quedo en la orilla de enfrente no me verán, y por allí apenas he visto a nadie, es un lugar muy solitario por donde pocas veces hacen excursiones. Siempre les escucho hablar de historias de esta parte de la orilla, pero no sé de que tienen miedo, yo nunca he visto nada en el bosque y llevo más de cien años viviendo aquí. En este lugar están las algas mas sabrosas de todo el lago. Pero prefiero que los humanos no lo sepan, aunque no sé si comen algas. 

Pasan los días y sigo viendo a la misma humana aparecer antes que los demás y bañarse sola en el centro del lago, haciendo piruetas bajo el agua, flotando, buceando. Disfruta como yo de esos momentos de soledad, en los que el sol apenas calienta y en el que solo se escucha el canto de los pájaros.

Las demás criaturas marinas se han acostumbrado a nuestra presencia y pasan indiferentes a nuestro lado mientras yo me quedo en el fondo del lago, en la oscuridad, observando a la humana. 

Un día, ocurre algo que no me esperaba. Yo sigo mirándola desde el fondo, procurando ser invisible y, ésta vez, ella bucea más al fondo. Allí apenas hay visibilidad y las algas son pegajosas, se engancha el pie con una e intenta zafarse de ella sin éxito. Yo me quedo allí mirando, pensando qué hacer a continuación. No quiero que se ahogue pero tampoco quiero que me vea y se asuste más aún. La veo luchar y después de unos segundos se queda quieta, entonces es cuando decido que tengo que hacer algo antes de que muera, así que parto el alga y la llevo a la superficie. Apenas pesa nada y no me cuesta llevarla hasta la orilla. 

Allí empiezo a escuchar gritos y veo gente corriendo de un lado para otro, llevándose a los humanos más pequeños que estaban jugando en el agua. 

Intento decirles que la humana necesita ayuda, que se estaba ahogando, sin embargo, en cuanto la dejo en la arena de la orilla escucho un fuerte ruido y empiezo a sentir un intenso dolor en mi abdomen, cuando me toco, estoy sangrando. Me quedo quieto un rato y veo a los hombres con el cachivache que usan para matar a los patos. Tengo miedo. 

Me vuelvo al agua mientras escucho detrás de mi más ruidos y gritos. 

Vuelvo a mi cueva y procuro curarme la herida, pero he perdido mucha sangre y me siento muy débil. No entiendo porque los humanos me han atacado, yo solo quería salvar a la mujer, no quería que muriera ahogada, espero que esté bien…pienso mientras espero en mi cueva a que mi vida se apague para siempre. 

Fin

Obviamente, mi mayor fuente de inspiración han sido ‘Creature from the Black Lagoon’, una película de los 50 y la película de Guillermo del Toro, ‘La forma del agua’, que el año pasado se llevó el Óscar a la mejor película.
Un día cualquiera en el lago: Cuento breve #8 'Creature from the Black Laggon'
Creature from the Black Lagoon

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