La noche del eclipse | Cuentos breves #28

Publicado por Aran en

El domingo no publiqué ningún cuento breve , así que procuraré que esta semana haya dos. Al ser verano quiero tomarme el blog con más calma y publicar cuando tenga inspiración. En esta ocasión me he inspirado en el eclipse parcial del luna que hubo la noche del 16 de julio ¿Lo viste?

Por cierto, esta es la entrada 100 del blog.

Espero que te guste y me comentes que te ha parecido.

¡Muchas gracias por leerme!

La noche del eclipse: Cuentos breves #28
Photo by Scott Szarapka on Unsplash

La noche del eclipse

Todo comenzó la noche del eclipse, cuando el mundo se tornó oscuridad, cuando todo cambió para siempre. 

Nos habían avisado, nos habían dicho que eso podría ocurrir. Pero muchos no lo creímos. Simplemente pensamos que era una locura. Y ahora me arrepiento de no haberme preparado para lo que venía. Aunque, si soy honesta, tampoco habría sabido que hacer. Tampoco lo sé ahora. 

Vivimos tiempos oscuros pero no siempre fue así, hubo una época en la que la humanidad vivía en armonía con todas las criaturas de la tierra…

Pero después de aquel eclipse las cosas no volvieron a ser las mismas. 

Esa noche nos asustamos al ver que un monstruo devoraba la luna con sus enormes garras, pero teníamos la esperanza de que saliera el sol. 

Nuestro querido astro rey no salió al día siguiente, ni el día después de ese y así estamos desde entonces, viviendo una noche eterna. 

Las cosas han cambiado mucho desde la era de la luz, ahora somos presas fáciles para las criaturas de las tinieblas, tenemos que huir y escondernos constantemente, pues a pesar de que no nos pueden ver, nos oyen y nos huelen y debemos tener cuidado. 

Lo peor de todo es que antes fueron humanos que se transformaron tras aquella terrible noche. Gente que conocíamos, amigos, familia. Exactamente como lo predijo el druida. 

No hemos perdido la esperanza, las cosas mejorarán, estamos más seguros desde la visita de una viajera que nos aseguró que venía de la tierra de la luz, un lugar en donde todavía hay días y noches y el sol se despierta cada mañana y la luna vuelve a salir cada noche. Ahora vamos hacia allí buscando el calor y deseando sentir su resplandor pues la noche eterna es dura, es oscura, es fría y peligrosa. Está siendo difícil y hemos perdido a muchos por el camino. Esos seres nocturnos son implacables y están sedientos de sangre, de nuestra sangre. Sé que lo conseguiremos. Ya veo la luz. Ya puedo sentir su calor. Estamos llegando. 

Fin


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